Historia, Leyendas y Tradiciones.
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ROMA Y LEOVIGILDO
Del 29 al 26 a.C. tuvieron lugar las
guerras astur-cántabras cuyo resultado
final fue la conquista por Roma de la momtaña leonesa, quedando este territorio adscrito administrativamente
a la provincia Tarraconense. Existe una calzada secundaria que recorre todo el valle del Cea
pasando por la derecha del actual Pando hasta Pedrosa, donde entronca con la paralela a
río Esla y pasa a Asturias.
El cristianismo aparecería en los últimos años de la romanización;
después de cuatro siglos de domino romano como religión oficial, en este lugar
se veneraba todavía a dioses prerromanos utilizando el latín. Este hecho evidencia que la tierra de los cántabros
era un lugar remoto dentro del Imperio Romano.
Entorno al 409 los bárbaros atraviesan los Pirineos, deambulando durante algunos años por
la zona cantábrica sin asentarse definitivamente por largo tiempo.
A partir del 585 y bajo el reinando visigodo de Leovigildo (568 - 586), queda dominada toda la
península excepto la montaña leonesa con los vadinienses. Este territorio comprendido entre los
ríos Sella y Nalón, con sus convecinos orgenomescos, mantiene una paz independiente y poco
se sabe de la penetración definitiva de visigodos o francos por estas tierras.
A lo largo del siglos VI-VII se completará la definitiva cristianización de estos montes de la mano de
monjes misioneros que habitaban en cuevas.
El final de este período llegará con el reinado de Ervigio (680 - 687) en que se constituye el Ducado de
Cantabria.
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